La respiración nasal es importante para conseguir una buena adaptación del aire que entra en nuestro organismo. La desviación del tabique nasal, una estructura de cartílago y hueso que separa las dos fosas nasales dentro de la nariz, es la principal causa de obstrucción nasal en el adulto.
Las consecuencias de la obstrucción nasal pueden ser sequedad de garganta, dolor de cabeza, sinusitis de repetición, sangrado nasal, ronquido, cansancio excesivo al practicar deporte e incluso malposición dentaria y alteración del olfato.
La desviación del tabique se corrige mediante una intervención que se llama Septoplastia. A menudo la cirugía del tabique nasal se acompaña de una cirugía sobre los cornetes nasales, unos elementos de dentro de la nariz que sirven para calentar y humidificar el aire inspirado y que se desarrollan excesivamente en casos de desviación nasal así como en casos de rinitis crónicas.
El único tratamiento efectivo para una nariz desviada es la septoplastia, ya que los tratamientos médicos no pueden modificar la forma del tabique. Sin embargo, si la desviación no da una sintomatología importante el paciente puede decidir no operarse.
Otras veces es necesaria hacer la septoplastia para poder acceder a los senos de la nariz cuando el paciente requiere una Cirugía endoscópica nasosinusal.
La septoplastia es una cirugía funcional, es decir que tiene como objetivo mejorar la respiración nasal. Cuando se desea además modificar la forma de la nariz con una finalidad estética se denomina Rinoseptoplastia.